¿Por qué el ejercicio específico es la única opción real de recuperación?
- joanfisiomqc
- 3 mar
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 28 ago
El ejercicio es la herramienta más poderosa y efectiva en la recuperación de una lesión. Ningún tratamiento pasivo —como el reposo absoluto, las infiltraciones o las terapias manuales— puede reemplazar la capacidad del movimiento de restaurar la fuerza, la movilidad y la función real de la articulación.
Beneficios del ejercicio en la recuperación de lesiones
Recupera la movilidad: el movimiento controlado evita rigideces y mantiene la articulación libre. Estudios han demostrado mayor eficacia en la sentadilla que en la terapia manual para ganar movilidad después de una cirugía.
Fortalece los músculos: la fuerza muscular es esencial para proteger la zona lesionada y prevenir recaídas.
Mejora la circulación: el ejercicio favorece el flujo sanguíneo y acelera los procesos de regeneración.
Restaura la función real: las actividades específicas reproducen los gestos de la vida diaria o el deporte, asegurando que el paciente vuelva a rendir sin limitaciones.
Previene nuevas lesiones: al corregir descompensaciones y mejorar la estabilidad, el riesgo de repetir la lesión disminuye.
Genera confianza: la progresión del movimiento devuelve seguridad y elimina el miedo a volver a usar la articulación.
Ejercicio y recuperación de lesiones de hombro
El hombro es una de las articulaciones más móviles y, por lo tanto, más vulnerables a lesiones como tendinopatías, luxaciones o desgarros. El ejercicio es clave porque:
Activa la musculatura estabilizadora (manguito rotador y escápula), fundamental para la correcta biomecánica del hombro.
Mejora la postura: ejercicios específicos corrigen la posición de la escápula y reducen la sobrecarga en tendones.
Mejora la estabilidad mediante el ejercicio de neurotraining donde hay que tomar decisiones y movimientos con objetivos para responder al desafio activan ola corteza prefrontal.
Devuelve la fuerza funcional: entrenar en rangos seguros permite retomar actividades deportivas y laborales con confianza.
Adapta el tejido: Los tendones por ejemplo necesitarán carga para adaptarse, hacerse rígidos y fuertes para resistir las cargas compresivas ,tensiles,etc.
En conclusión, el ejercicio no solo es una parte más de la recuperación: es la única vía real para volver a moverte sin dolor y con plena funcionalidad.





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